Consideraciones para adquirir una vivienda silenciosa

Conseguir una vivienda en la Ciudad de México puede ser una tarea difícil si nos ponemos a pensar en todas las consideraciones para elegirla como ubicación, precio o estilo. Pero sin duda una de las preocupaciones que tiene cualquier persona que va a adquirir una vivienda son los vecinos, y es que es común encontrar personas con valores y estilo de vida diferentes a los nuestros, lo cual no es malo siempre y cuando no interfiera con nuestra propia paz.

Aunque es inevitable pensar en todos los ruidos que se generan como el que hacen los zapatos al caminar, aquellos que tienen niños y gritan todo el día, o lo que tienen perro y por las noches se la pasan aullando y hasta aquellos que disfrutan de las fiestas y con el ruido no dejan dormir.

A pesar de que existen regulaciones para el control de ruido donde se establece que no se pueden superar los 65 decibeles durante el día y los 62 decibeles por la noche, hay lugares donde incluso se registran hasta 80 decibeles, lo cual además de ser muy molesto puede ocasionar problemas en la salud.

Entre las principales afectaciones se encuentran: el estrés, irritabilidad, trastornos del sueño, mala memoria, falta de atención, dolor de cabeza, tensión muscular, silbido en los oídos, agudeza de visión, presión arterial o modificación del ritmo respiratorio, por lo que muchas veces las personas que viven en lugares muy ruidoso tienen que visitar al médico quienes suelen practicarles estudios con aparatos como espirómetros o algún otro para vigilar su salud.

Hacer ruido excesivo no es considerado un delito, pero sí una falta administrativa, la cual lamentablemente muchas veces no es suficiente para que no se vuelva a presentar el problema, lo cual genera muchos problemas entre inquilinos, por eso no sería mala idea adquirir una vivienda que esté diseñada para controlar el ruido o en su defecto adecuarla para que tenga el mismo efecto.

Hay puntos claves para aislar el ruido ambiental, uno de ellos son las ventanas, ya que es una de las mayores vías de acceso del ruido, para evitar que entre el sonido se puede incluir una doble ventana siempre y cuando el grosor del muro lo permita, incluso también se puede agrega un aislante adhesivo de espuma de poliuretano o silicón para reforzar los cristales.

Otro punto son los muros, para lograr que sean impenetrables por el ruido es recomendable trasdosar las paredes para incluir un tabique interior con yeso laminado y una cámara de aire de 10 mm que se rellenará con un aislante acústico.

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